Tarta de Manzana
Utensilios
- 1 Molde circular
- 1 Papel de horno
Ingredientes
- 2 huevos
- 1 vaso leche
- 1 vaso azúcar
- 2 vasos harina
- 1 vaso aceite
- 2 manzanas, picadas
- 3 manzanas, fileteadas (para la cobertura)
- 1 Mermelada (al gusto, para el acabado)
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 180 grados Celsius.
- En un tazón grande, combina los huevos, la leche, el azúcar, la harina y el aceite. Agrega las 2 manzanas picadas. Tritura la mezcla hasta obtener una masa homogénea.
- Engrasa un molde circular y coloca papel de horno en la base. Vierte la masa en el molde.
- Coloca las rodajas finas de las 3 manzanas sobre la masa, cubriéndola uniformemente.
- Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 45 minutos o hasta que la tarta esté dorada y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Retira la tarta del horno y deja que se enfríe.
- Calienta un poco de mermelada y úsala para pincelar la parte superior de la tarta para darle un brillo y sabor adicionales.
- Deja enfriar completamente antes de cortar y servir. ¡Disfruta de tu deliciosa Tarta de Manzana!
Notas
Información nutricional aproximada por persona | ||
Nutriente | Cantidad | Unidad |
---|---|---|
Calorías | 350 | Kcal |
Proteínas | 5 | g |
Grasa | 20 | g |
Carbohidratos | 40 | g |
Fibra | 3 | g |
Colesterol | 35 | mg |
“El Legado Dulce de Generación en Generación”
Hace décadas, en el rincón más acogedor de la cocina de la abuela, nació una receta que se convertiría en un legado familiar. La Tarta de Manzana, un clásico reconfortante, ha sido el vínculo que une generaciones a través de la magia de su sabor y la calidez de sus recuerdos.
La historia comienza con la abuela, una hábil repostera con un amor incondicional por las tradiciones culinarias. Su cocina siempre estaba impregnada de aromas dulces que anunciaban la llegada de algo especial. Fue en una tarde lluviosa, entre risas y anécdotas compartidas, que decidió crear una receta que perdurara en el tiempo.
La Tarta de Manzana se gestó con ingredientes simples, pero con un toque único que la diferenciaba. La base, una mezcla cuidadosamente equilibrada de huevos, leche, azúcar, harina y aceite, proporcionaba la suavidad perfecta para el escenario que estaba por venir. Dos manzanas picadas, elegidas con esmero, se integraban a la masa, creando una sinfonía de sabores.
La preparación no solo era un acto de amor, sino también un ritual familiar. Generación tras generación, la receta se transmitió de madres a hijas, de abuelas a nietos, construyendo puentes a través de las edades. Cada casa que acogía el aroma de la Tarta de Manzana se convertía en un refugio de confort y amor compartido.
La cobertura de finas rodajas de manzana, dispuestas con precisión sobre la masa, no solo añadía un toque visualmente encantador, sino que también intensificaba la experiencia de sabores. El horneado, con paciencia y cuidado, llevaba a la tarta a un punto de perfección dorada, un testimonio de la dedicación que se invertía en cada creación.
Pero la historia no concluía con la salida del horno. La abuela, con sus manos expertas, pincelaba la superficie con mermelada tibia, otorgando un brillo que capturaba la esencia misma de la Tarta de Manzana. Este último toque no solo resaltaba el aspecto delicioso, sino que también se convertía en el sello distintivo de la familia.
Hoy, cada porción de esta Tarta de Manzana lleva consigo el peso de la historia familiar. Las risas compartidas alrededor de la mesa, las historias contadas mientras se disfruta de cada bocado y el amor transmitido a través de cada generación se fusionan en esta receta que trasciende el tiempo. La Tarta de Manzana no es solo un postre; es un lazo que une el pasado, el presente y el futuro en un dulce abrazo de tradición y amor.