Salmorejo Cordobés

Refrescante sopa fría originario de Córdoba. Acompañar con trozos de huevo duro y jamón serrano picado aportando el contraste de sabores. Plato emblemático de la gastronomía española, perfecto para los días calurosos de verano. Su sabor fresco y equilibrado, combinado con su textura sedosa, lo convierten en un verdadero placer.
Dificultad: fácil.
Tiempo de preparación 15 minutos
Tiempo total 15 minutos
Plato Entrante
Cocina Española
Raciones 6
Calorías 381 kcal
COSTE DE LA RECETA 4€

Utensilios

  • Batidora
  • Jarra

Ingredientes
  

  • 1 kg Tomate
  • 200 g Pan duro
  • 150 ml Aceite de oliva virgen extra virgen extra
  • 2 diente Ajo
  • Sal al gusto

Elaboración paso a paso
 

  • En una jarra pon el pan, el tomate lavado y dividido en dados grandes, el ajo, la sal y tritúralo todo con una batidora. Añade mas pan si notas que queda demasiado liquido.
    1 kg Tomate, 200 g Pan, 2 diente Ajo, Sal
  • A continuación, añade el aceite lentamente, sin dejar de batir, para que emulsione. Servir en cuencos y puedes acompañarlo con guarnición de huevo duro, jamón, cebolla, pimiento...etc.
    150 ml Aceite de oliva virgen extra

Notas

Información nutricional aproximada por persona
Nutriente Cantidad Unidad
Calorías 381 Kcal
Proteínas 3.8 g
Grasa 34.4 g
Carbohidratos 17.7 g
Fibra 3.6 g
Colesterol 0 mg
Keyword cordobesa, crema fría, entrante, gazpacho, pan, receta tradicional, salmorejo, tomate, verano

El salmorejo cordobés es una deliciosa sopa fría originaria de la ciudad de Córdoba, en la región de Andalucía, España. Es un plato refrescante y sabroso que se elabora a partir de tomates maduros, pan, aceite de oliva, ajo y vinagre.

La preparación del salmorejo cordobés comienza con la mezcla de los tomates pelados y sin semillas junto con el pan duro previamente remojado en agua. Se añade a la mezcla ajo picado y se tritura todo junto hasta obtener una crema suave y homogénea.

A continuación, se añade aceite de oliva virgen extra en un chorro continuo mientras se sigue triturando, hasta obtener una textura cremosa y emulsionada. El aceite de oliva es un elemento fundamental en el salmorejo cordobés, ya que le aporta su sabor característico y su textura sedosa.

Para darle un toque ácido y equilibrar los sabores, se añade vinagre de vino blanco al gusto. La cantidad de vinagre puede ajustarse según las preferencias personales.

El salmorejo cordobés se sirve frío y se puede decorar con diferentes ingredientes. La guarnición tradicional incluye huevo duro picado y jamón serrano en trozos pequeños. También se puede añadir un chorrito de aceite de oliva y una pizca de pimentón dulce por encima para realzar los sabores.

Es un plato muy versátil que se puede disfrutar como entrante o como plato principal en los días calurosos de verano. Se suele servir en cuencos o platos hondos y se puede acompañar con trozos de pan o picatostes para añadir textura.

El salmorejo cordobés es apreciado por su sabor fresco y rico en tomate, su textura aterciopelada y su color intenso. Es una muestra de la rica tradición culinaria de Andalucía y se ha convertido en un plato muy popular en toda España y más allá.