Salmorejo cordobés

Salmorejo cordobés

Refrescante sopa fría originario de Córdoba. Acompañar con trozos de huevo duro y jamón serrano picado aportando el contraste de sabores. Plato emblemático de la gastronomía española, perfecto para los días calurosos de verano. Su sabor fresco y equilibrado, combinado con su textura sedosa, lo convierten en un verdadero placer.

Gazpacho de Ajoblanco

Gazpacho de Ajoblanco

Refrescante sopa fría originaria de Andalucía. A diferencia del gazpacho tradicional, esta versión incorpora como base principal almendras crudas, ajo, pan blanco remojado en agua y aceite de oliva, en lugar de tomates. El resultado es una textura suave y cremosa. Se acompaña a menudo con uvas, trozos de melón o jamón serrano para añadir un contraste de sabores. Es perfecto para los días calurosos de verano.

Gazpacho andaluz

Gazpacho andaluz

El gazpacho es una refrescante sopa fría típica de la región de Andalucía, con variantes muy parecidas en las comunidades limítrofes. Elaborado con ingredientes frescos y de temporada como tomates, pepinos y ajo. Es perfecto para los días calurosos de verano, ya que proporciona hidratación y nutrientes esenciales. El gazpacho es una clara muestra de la cocina mediterránea, destacando por su frescura y su equilibrio, se ha convertido en un icono gastronómico reconocido internacionalmente.

Crema de calabaza con jengibre

Crema de calabaza con jengibre

Crema de calabaza con jengibre fresco. Una opción perfecta para disfrutar de una cena reconfortante en una noche fría. Esta deliciosa crema combina la suavidad y dulzura de la calabaza con el sutil picante y aroma del jengibre, creando una combinación de sabores que cautiva el paladar. La calabaza, rica en nutrientes y antioxidantes, aporta un sabor cremoso y reconfortante, mientras que el jengibre le da un toque vibrante y refrescante.

Cocido madrileño

Cocido madrileño

Un delicioso plato tradicional madrileño a base de garbanzos, carne, verduras y fideos. Reconfortante y lleno de sabor, ideal para los días fríos. Tradicionalmente, el cocido madrileño se sirve en tres vuelcos: sopa, garbanzos con verduras y, por último, la carne y embutidos. En mi tierra, Extremadura, los garbanzos se sirven en seco, añadiendo un picadillo de tomate, cebolla, pepino, pimiento verde y aderezado con aceite de oliva virgen extra y vinagre de vino a modo de ensalada templada. Probarlos con el picadillo y repetiréis.