En un bol grande, tamiza la harina.
500 g Harina de trigo
En otro bol aparte, bate los huevos con el azúcar hasta que quede una mezcla espumosa.
2 unidades Huevos, 175 g Azúcar
Agrega la nata, el anís y la ralladura de naranja y mezcla bien.
200 ml Nata, 1 ralladura Naranja, 100 ml Anís
Añade gradualmente la harina a la mezcla, integrándola poco a poco hasta obtener una masa suave y homogénea. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes agregar un poco más de harina o no la agregues toda si ves que ya tiene la consistencia que queremos.
Cubre el bol con papel film o un paño limpio y deja reposar la masa en el refrigerador durante al menos 1 hora.
Pasado el tiempo de reposo, retira la masa del refrigerador y divídela en porciones pequeñas. Con cada porción, forma una rosquilla haciendo un agujero en el centro y dándole forma redondeada. Puedes hacerlo con las manos o utilizando un molde para rosquillas.
Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio.
al gusto Aceite vegetal
Cuando el aceite esté caliente, fríe las rosquillas en lotes, asegurándote de no sobrecargar la sartén. Cocina las rosquillas durante unos minutos por cada lado hasta que estén doradas y cocidas por dentro. Asegúrate de girarlas suavemente para que se cocinen de manera uniforme.
Una vez doradas, retira las rosquillas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Repite el proceso con el resto de las rosquillas de nata.
Espolvorear las rosquillas con azúcar glas y canela.
al gusto Azúcar glas, al gusto Canela