Precalienta el horno a 200°C (390°F).
En una sartén, sofríe la cebolla y el bacon hasta que estén dorados. Sazona con sal al gusto y reserva.
En un bol grande, bate los huevos junto con la nata y el queso parmesano rallado.
Agrega la cebolla y el bacon sofritos a la mezcla de huevos, nata y queso. Mezcla bien todos los ingredientes.
Extiende la masa quebrada en un molde para tarta previamente engrasado o forrado con papel de horno. Pincha la base de la masa con un tenedor para evitar que se formen burbujas durante el horneado.
Vierte la mezcla de huevos, nata, cebolla y bacon sobre la masa quebrada.
Si lo deseas, puedes hornear la masa en blanco durante unos minutos antes de añadir el relleno. Esto ayudará a que la base de la quiche se cocine mejor y no quede cruda.
Coloca unas rodajas de queso de cabra en el fondo de la masa quebrada, y luego vierte la mezcla de huevo, nata, cebolla y bacon por encima.
Hornea la quiche en el horno precalentado durante aproximadamente 20 minutos, o hasta que esté dorada y cuajada.
Pasados los 20 minutos, retira la quiche del horno y distribuye el resto del rulo de queso de cabra en rodajas sobre la superficie de la quiche.
Vuelve a introducir la quiche en el horno y hornea durante 10-15 minutos adicionales, o hasta que el queso de cabra esté ligeramente dorado y fundido.
Retira la quiche del horno y deja que se enfríe ligeramente antes de servir. Disfruta de esta deliciosa Quiche Lorraine de Bacon y Rulo de Cabra como plato principal o acompañada de una ensalada fresca. ¡Buen provecho!