Cuece las laminas de canelones con abundante agua durante el tiempo que indique el paquete unos 10 minutos.
Refresca las láminas en agua fría y sécalas sobre un paño de cocina limpio. Si lo prefieres puedes comprar tubos de canelones que no necesitan cocción, yo los prefiero, ya que ahorran muchísimo tiempo.
20 láminas canelones, 1 sal
Saltea la carne picada de pollo en una sartén con aceite de oliva, sazona con sal y nuez moscada al gusto, añade las espinacas frescas ya picadas y termina de saltear.
300 g carne picada, 100 g espinacas frescas, 1 sal, 2 cucharadas aceite de oliva
Preparamos la bechamel, para lo que primero haremos una roux con la harina y la mantequilla, para luego ir agregando la leche poco a poco mientras que removemos con una varilla para que no se pegue, ni queden grumos. Añadimos la sal, pimientas y nuez moscada.
75 g mantequilla o margarina, 75 g harina, 500 ml leche, 1 pizca sal, 1 pizca pimienta negra, 1 pizca pimienta blanca, 1 pizca nuez moscada
En un bol, mezclamos el salteado de pollo y espinacas, el queso ricotta, las nueces picadas y parte de la bechamel, asegurándonos de dejar un poco de bechamel, para cubrir los canelones. Dejamos enfriar y reservamos.
1 cuenco relleno, 1 cuenco bechamel, 150 g queso ricotta, 50 g nueces picadas
Precalienta el horno a 180 ºC.
Rellena cada lámina de canelón. Enróllalos y colócalos en una fuente apta para horno.
Vierte la salsa bechamel que apartamos sobre los canelones y espolvorea queso rallado por encima.
150 g queso rallado
Por ultimo, hornea los canelones durante 20-25 minutos, hasta que estén dorados.