Rosquillas Fritas
Utensilios
- Bol grande para mezclar
- Sartén grande para freír
- Papel absorbente
- Espumadera
- Rodillo (opcional, para extender la masa)
Ingredientes
- 3 Huevos grandes
- 125 g Azúcar
- 1.5 vaso Zumo de naranja
- 125 g Manteca de cerdo
- 5 ml Aguardiente
- 1 Ralladura de naranja o limón
- 50 g Aceite de girasol
- 2 sobres Levadura
- Harina (cantidad necesaria para obtener una masa consistente pero manejable)
Elaboración paso a paso
- En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y haya duplicado su volumen.
- Agrega el zumo de naranja, la manteca de cerdo derretida, el aguardiente, la ralladura de naranja o limón y el aceite de girasol a la mezcla de huevos y azúcar, y mezcla bien.
- Añade los sobres de levadura y mezcla nuevamente.
- Incorpora harina gradualmente a la mezcla, amasando hasta obtener una masa suave y manejable que no se pegue en las manos. La cantidad de harina necesaria puede variar, así que añade poco a poco hasta lograr la consistencia deseada.
- Deja reposar la masa durante unos 15-20 minutos para que tome cuerpo.
- Pasado el tiempo de reposo, forma las rosquillas con la masa. Puedes hacer pequeñas bolas y hacerles un agujero en el centro con el dedo o con la ayuda de un utensilio adecuado.
- Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente pero no humeante, fríe las rosquillas en lotes hasta que estén doradas por ambos lados.
- Retira las rosquillas fritas del aceite con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Deja que las rosquillas se enfríen un poco antes de servirlas. Puedes espolvorearlas con azúcar glas o bañarlas en almíbar si lo deseas.
Notas
Información nutricional aproximada por rosquilla | ||
Nutriente | Cantidad | Unidad |
---|---|---|
Calorías | 120 | Kcal |
Proteínas | 1 | g |
Grasa | 6 | g |
Carbohidratos | 15 | g |
Azúcares | 6 | g |
Fibra | 0 | g |
Sodio | 10 | mg |
Rosquillas: Un Placer Tradicional para Compartir
Las rosquillas fritas son un tesoro de la repostería tradicional, un bocado que evoca recuerdos de hogar y momentos compartidos alrededor de la mesa. Esta receta, transmitida de generación en generación, encarna el amor y la dedicación de quienes la preparan, creando una delicia que deleita los sentidos y reconforta el alma.
Con un equilibrio perfecto entre lo crujiente por fuera y lo tierno por dentro, estas rosquillas son una invitación a disfrutar de un momento dulce. Ya sea acompañadas de un café caliente en la mañana o compartidas en una tarde tranquila con amigos, estas galletas fritas siempre son bienvenidas.
El proceso de formación de las rosquillas es un arte en sí mismo, donde cada bola de masa se transforma con un agujero en el centro para darles su forma característica. Luego, las rosquillas se sumergen en aceite caliente, donde se doran lentamente hasta alcanzar la perfección crujiente. Al sacarlas del aceite, se dejan reposar sobre papel absorbente, antes de ser adornadas con un toque de azúcar glas o un baño de almíbar.
El resultado final son unas rosquillas irresistibles, listas para ser disfrutadas en su máximo esplendor. Su sabor inigualable las convierten en el acompañamiento ideal para cualquier ocasión, desde desayunos animados hasta reuniones íntimas alrededor de la mesa. Además, su capacidad para ser compartidas y disfrutadas en compañía las convierte en un símbolo de generosidad y hospitalidad.
En resumen, las rosquillas fritas son mucho más que un simple dulce; son una expresión de amor, tradición y gratitud hacia quienes las disfrutan. Con cada mordisco, nos sumergimos en un mundo de sabores y sensaciones que nos conectan con nuestras raíces y nos recuerdan la alegría de los pequeños placeres de la vida.